¿Qué esperamos del venidero iPhone de bajo costo?

Por qué es necesario que aparezca en el mercado, junto a todo lo que sabemos y también lo que no.

Seis meses atrás, los analistas comenzaron a plantearse la posibilidad de que Apple estrenase un nuevo iPhone de bajo costo. Y como «del dicho al hecho hay poco trecho», los primeros rumores de que el dispositivo era real comenzaron a aparecer pocas semanas después,  entregándose datos que aclararon poco a poco cómo podría ser la estrategia de la compañía para abordar el producto.

Algunos elementos de diseño, otros rumores sobre el hardware… los meses no han pasado en vano y durante todo este tiempo han surgido diferentes voces que claman saber de qué se trata la movida de la gente en Cupertino, todo a través de filtraciones no confirmadas, fotografías de dudosa procedencia y el discurso de las clásicas «fuentes al interior de la industria».

Una cosa parece ser cierta: el iPhone de bajo costo es real y viene pronto. Tanto así, que ahora intentaremos descifrar de qué podría tratarse este nuevo teléfono de Apple.

¿Por qué la necesidad de este producto?

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Han pasado seis años desde el lanzamiento del primer iPhone y a la fecha, Apple ha mantenido una estrategia en la que estrenan dispositivos de manera consecutiva, uno después del otro, actualizando tecnologías y ofreciendo una línea única en un portafolio que va descontinuando modelos antiguos que caen en prestaciones demasiado bajas para la época.

Eso podía resultar bien y sin problemas en una etapa inicial (de un par de años) o incluso si la intención es mantener el producto en un nicho reducido y exclusivo, práctica que Apple sabe a la perfección. Pero han pasado los años y el iPhone no detiene su crecimiento, llegando a ser tremendamente popular no sólo en temas de marketing, sino que además en número de ventas. Y es que se venden cerca de 40 millones de unidades cada tres meses a nivel mundial, por lo que ya no estamos frente a una oferta de nicho.

Por eso el panorama cambió y durante los últimos años, Apple ha optado por cambiar su estrategia para comercializar el teléfono: ofrecer el de generación antepasada a costo cero (iPhone 4), luego el de generación pasada (iPhone 4S) a USD$99 y finalmente, el más reciente y moderno (iPhone 5) a USD$199, todo esto con un contrato de varios meses a una operadora telefónica.

Esto abre una pregunta: si el día de su lanzamiento el iPhone 4 se vendía a USD$199 y ahora Apple, obligado por la presencia del 4S y 5, debe venderlo a costo cero, ¿no estarán perdiendo dinero? Los márgenes de ganancias de la compañía son tan absurdos que en realidad igual ganan dinero –fabricar un iPhone 4 vale USD$188–, sin embargo, se podrían hacer las cosas mejor.

Acá entra la necesidad de tener un iPhone de bajo costo para suplir la demanda del mercado del costo cero y USD$99, en lo que seguramente será un equipo más económico de fabricar que el iPhone 4 y los de generación pasada, pudiendo retirarlos del mercado para enfocarse en dos líneas: un iPhone última generación y otro iPhone de bajo costo. Si Apple logra fabricar este último a menos de USD$188 para ellos, ya es ganancia.

Lo que «sabemos» hasta ahora

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Lo más importante es el tema del diseño. Como es más económico, no pueden utilizarse los mismos materiales que en el iPhone 5 e incluso el iPhone 4, con el aluminio y vidrio como principales protagonistas de un proceso de ensamblaje muy, pero muy meticuloso. Seguramente, esto será simplificado a través deuna cubierta trasera de una sola pieza hecha en plástico, lo que asegura resistencia y economía. De hecho, se han filtrado fotografías que de ser ciertas confirman esta información, siendo casi un hecho que el nuevo iPhone será de plástico.

¿Qué formas tendrá? Según otra fuente, sus curvas y ángulos serán bastante redondeados, asimilándose un poco al iPod clásico. Y no sólo eso: todo indica que el equipo vendrá en varios colores, ya que es fácil darle tinte al plástico que será usado en la carcaza trasera. Por el frente, como es de esperar, sólo pantalla táctil y el botón de inicio.

Por el lado de las prestaciones técnicas ya vemos un poco más de humo denso. Algunos dicen que su plataforma de hardware será Qualcomm Snapdragon 600 o 400, mientras que la inclusión de conectividad mediante el puerto Lightning es bastante obvia. Al mismo tiempo, Apple incluiría una pantalla del tipo Retina Display como la vista en los móviles actuales.

Finalmente, volviendo a los aspectos físicos el nuevo iPhone sería 2mm más grueso que el iPhone 5 y presentaría una cámara con flash, siempre y cuandolas filtraciones provenientes de fuentes japonesas estén en lo correcto.

Lo que soñamos y esperamos ver

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Con una idea más o menos clara del panorama al que se enfrenta Apple, podemos pensar en lo que es realista esperar del equipo y lo que no.

Primero, en términos de diseño las cosas están más o menos claras: la presencia de una carcaza plástica es casi un hecho y la oferta de variados colores no sería algo nuevo para Apple, ya que al buscar un mercado masivo de consumidores con este teléfono, se puede ampliar el espectro de dispositivos en diferentes colores para dar mayor elección al usuario. De hecho, un diseñador independiente creó un concepto tan interesante en plástico que de hacerse realidad, seguramente nadie compraría el iPhone 5 o 6 de aluminio.

Cuando tocamos el tema del hardware es cuando comienzan los primeros «peros». Y es que el rumor de que tendrá plataforma Qualcomm  Snapdragon suena ridículo, especialmente si consideramos que Apple es capaz de diseñar sus propios microprocesadores centrales sin depender de otras compañías para aquello, lo que ha venido haciendo con el Apple A4, A5, etc.

Y es que lo que Apple necesita acá es una plataforma de hardware personalizada, capaz de mover la pesada interfaz gráfica de iOS 7, pero sin consumir demasiada batería ni ofrecer cuatro u ocho núcleos de procesamiento central que nadie va a utilizar y elevan el precio de la tecnología. La apuesta más evidente es una CPU doble núcleo basada en ARM Cortex-A15 junto a un poderoso chip gráfico, lo que permitiría generar el cómputo necesario para mover los efectos especiales de iOS 7 y quedar justos en el procesador central, esto sin gastar mucho dinero.

Por otro lado, la conectividad es un tema que parece fácil de adivinar: conector Lightning, WiFi, Bluetooth, pero nada de 4G LTE, el que hasta ahora está reservado sólo para el iPhone 5. Ver LTE 4G sería una (grata) sorpresa, pero elevaría el costo del equipo.

En temas de software sería conveniente que la apuesta fuera a soportar todas las características presentes en el sistema operativo iOS 7. En dicho sentido, el tema del hardware ya lo zanjamos, por lo que esperamos ver todos los efectos de transparencias y paralaje que brillan sólo en el iPhone 5. Así mismo, debería haber soporte para AirDrop vía WiFi además de Siri, ya que esta última tecnología se hizo disponible en el iPhone 4S y no requiere tantas prestaciones técnicas.

En resumen: cero compromisos por el lado del software y funciones, pero sí en términos de diseño, materiales y calidad de fabricación, además de conectividad 4G LTE ausente y ninguna de las mejoras que veamos en el iPhone 5S o iPhone 6. Sin duda sería un gran teléfono si fuera lanzado hoy, pero como seguramente lo hará de la mano de su hermano mayor de próxima generación, nos estaremos perdiendo varias novedades que hasta ahora no sabemos.

Link: http://www.wayerless.com/2013/07/que-esperamos-del-venidero-iphone-de-bajo-costo/

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